Lo que iba a ser una salida tranquilita se ha convertido, gracias a nuestro amigo Murphy, en una auténtica aventura!

Antes de nada decir que Eolo, el señor del viento, nos ha azotado de cara con todas sus fuerzas y por poco nos hace retirarnos a pocos km de la salida. Pero claro, nosotros somos fuertes y podemos con todo, así que continuamos con la ruta, así que sin más os paso a contar nuestra “cronología de catástrofes”


Mi compañero Fran en una subida “atranca” la cadena y zas!, se le parte! Sin pensarlo ni un segundo, me quito los guantes, con un frío que pela, saco los “pines rápidos” para la cadena y me tiro de rodillas a arreglarle la bici a modo de héroe del lugar.

¿Pines rápidos? yo me cago en tooooooo!!!!  

Con el huracán Mitch azotando nuestra espalda y después de media hora congelado intentando meter lo más “rápido” posible el eslabón, decido sacar el tronchacadenas, quitar un eslabón y usar su pin para ponerlo de nuevo al más puro estilo del mecánico de los vídeos de Youtube.

Pero claro, era todo demasiado perfecto, así que Fran dice “LA FRASE”. Hincado de rodillas y con las manos engrasadas mira al cielo y dice “sólo hace falta que llueva” 

La madre que p… a Murphy!!!!! Se puso a llover!!!

Ahora sí, con las manos congeladas, el viento azotando, la lluvia…y anocheciendo, decidimos volver sin cadena con la buena idea de que yo remolcaba a Fran empujándole por la espalda.

Pero claro, ¿estábamos en la vía verde? Pues NO!!! estábamos en los molinos, una de las zonas con más desnivel y sube y baja continuo de los aledaños.

Así que me toca, con una mano en el manillar y la otra en la espalda de mi compi, tener que subir cuestas esquivando los regueros formados por el agua y apretando de lo lindo.

Pero no es fácil para mi, y tampoco para Fran, que se ha caido dos veces reventándose la rodilla y dándose con el pedal en la tibia…con lo que eso duele!! 

Y así es como se puede pasar una fabulosa tarde…

¿Alguien se apunta a la próxima quedada?