MI BARRERA PSICOLÓGICA: EL KM 100.

Desde que empecé con esto de la bici he tenido que ir superando pruebas contra mí mismo. No hablo de carreras o retos físicos, hablo de retos mentales.
Aun recuerdo mis primeras salidas en bici, en especial una con mi amigo Fran Cortegana , en la que hicimos 62km, 3:30h pedaleando. Para mí era lo más que había hecho hasta entonces, ese día había logrado dos retos, el primero superar los 60km y el segundo superar las 3h de bici…pero ambos retos eran físicos.
Con esto de la preparación para la Titan Desert esos retos quedaron pisoteados en poco más de un mes porque empezaron con esa base, las 3h, con lo que las 3-4 salidas que tenia cada semana eran de más de 60km.

A finales de diciembre llegó el cambio total a nuestra forma de entrenar, nos compramos las bicis de carretera y pasamos de salidas de máximo 85km en bici de montaña, a salidas en las que el mínimo eran 100km con la de carretera…
…es a partir de este punto en el que quiero que nos situemos.
Los entrenamientos son todos una calca del anterior, lo planifico más o menos la noche antes y en cuanto me subo en la bici ya se por que pueblos voy a pasar, me hago un croquis mental de los desniveles, y por supuesto sigo un protocolo de alimentación y de agua y líquidos…todo controlado.
Los primeros 25-30km son de calentamiento, y a partir de una hora en la bici comienzo a rodar cómodo. En la bici piensas en todo, en que vas a hacer ese día, en las cosas pendientes, en trabajos y proyectos, planificas vacaciones, imaginas sueños…y a su vez no dejas de estar pendiente sobre todo de la carretera y sus peligros.
Como entrenamos con pulsómetro, cada cierto tiempo miras para ver que no estás demasiado alto ni demasiado bajo, y claro, vas viendo km recorridos, distancias, velocidades…
Los km se van sumando y al llegar a los 85-90km recorridos parece que el pulsómetro te hace un guiño para que desde entonces, hasta que pases el km 100, no pares de mirarlo. Para mí aquí empiezan los problemas.
Los pensamientos que llevas en la cabeza desaparecen, ahora solo sientes tu pedaleo, con la mirada te buscas los gemelos, y sientes cómo la sangre los inunda imaginándote la contracción del músculo en cada pedalada…después te miras los cuádriceps y sientes cómo aprietas con cada impulso notando la tensión a lo largo del muslo…No dejo de mirarme el pulso, como sube y baja, ¿estaré demasiado acelerado? ¿estaré entrenando bien así? Empiezo a notar la carga, me fijo en mis rodillas pensando cómo tiran los músculos que se insertan de ella e imaginando su movimiento.Estoy incómodo en la bici, las lumbares se me cargan, me pongo de pie y no puedo tirar…Noto cada contracción, cada músculo, cada impulso de sangre que les llega…Empiezo a pensar en lo peor, en que me estoy cargando demasiado, en que al final alguna de esas tensiones me va a crear una rotura, en que algún ligamento se va a dañar…Es tal el agobio que me entra que ya miro el pulsómetro casi sin fijarme en los datos que me da, pedaleo mirando a la nada como si estuviese perdido…Las sensaciones son malas…intento hacer lo que me dice nuestra psicóloga Carolina Rodas (http://www.psicologiaclinicacarolinarodas.com/index.php ), pienso en sus consejos para no pensar cosas malas entreteniendo a la mente con sumas de números complejos, como ir sumando de 13 en 13…pero nada me ayuda…y sigo y sigo rodando…
Entonces vuelvo a notar cómo el pulsómetro me hace de nuevo un guiño para que lo vuelva a mirar. Fijo la mirada en sus datos, y ya está, estoy rodando en el km 101 !!
Mi cabeza se vuelve a ordenar y desaparecen los temores, todo se calma y vuelve a su sitio…la musculatura a aguantado, no se me ha roto nada ni me he lesionado, ahora noto como pedaleo mejor, las piernas me responden al 100%, mi mente se ha liberado y tengo energía para hacer mucho más, ya no existe el cansancio…
Todo ha salido bien, he superado mi barrera, la barrera de los 100km!!!