170km DE ODISEA VIKINGA

Mi padre siempre dice que cuando las cosas van mal…siempre pueden ir peor.

Hoy ha sido un entrenamiento difícil, no sólo por los 170km en agosto sino por la odisea que ha sido para mi terminarlos.

Una noche malísima con mucho calor y mosquitos y madrugón a las 6a.m. para ir hasta Plasencia con mi novia. La idea es simple, mientras mi novia va a su entrevista yo bajo en bici desde Plasencia hasta Montijo. En Toral 170km.

Empiezo muy animado, me gusta ir de un pueblo a otro en bici y pronto cojo un ritmo por encima de 30km/h. Ese ritmo aguanta hasta Cáceres, donde empieza la odisea.

El dios Ori, o como se escriba, y el dios Thor, los dioses vikingos,están enfurecidos y se ve que en vez de tortazos, lo que hacen es que se abanican a lo ‘locomia’…el resultado : UN VIENTO INFERNAL!!!!

Claro que eso sería hasta bueno, porque es darle dureza al entreno…así que la sumamos un pinchazo y un alambre ‘reliado’ en la cadena y ya es casi perfecto!!!

Lo del alambre me hace parar muchas veces porque lo grande consigo quitarlo, pero se ha liado en un eslabón dejándolo fijo y no para de saltarme la cadena. Al final, manos engrasada, el sol azotando y a golpe de tronchacadena consigo ablandarlo, que no quitarlo.

Con esos saltos en la cadena llego a Montijo. Reventado y con un batiburrillo de geles en la barriga porque hoy ha tocado prueba de comida de cara al IRONMAN.

Lo bueno, la experiencia. 6h de bici en condiciones duras que sin duda me servirán para el ironman. Eso si… otro día que cierren la puerta del walhala y que se queden ellos con el viento!!